28 de Noviembre de 2019.
Ayer, 27 de Noviembre, fue el Día del Maestro. Un homenaje que debería celebrarse todos los días del año.
Siempre me ha gustado esta palabra «maestro», «maestra» porque al igual que a mi abuela, me traen especiales recuerdos como cuando a los tres años me encontré agarrada de la mano de mi hermano mayor vestida de pastorcita entrando en el salón de actos de nuestro colegio María Auxiliadora , decorado especialmente para la función de Navidad…
Qué importante son los maestros en nuestras vidas y a veces nos olvidamos transmitirles nuestro agradecimiento y nuestro amor no sólo por su labor como docentes ,sino por lo más primordial , que es esa generosa entrega de sus corazones a nuestras pequeñas criaturas.
La tarea de enseñar implica un esfuerzo de preparación continúa y de responsabilidad en el afán de desarrollar todo el potencial de cada una de «esas personillas» que cada año reciben «los incansables maestros»con sus brazos abiertos reflejo de la profesión que han elegido tan llena de humanidad. Les enviamos nuestro respeto, cariño y eterna admiración. Familia C30
19 de septiembre de 2004.
El mundo es como un cuévano de aventuras. No hay día en que, al introducir la mano en su cesto, no saquemos algo nuevo, bueno o malo. Por eso, al final de este verano, tenemos que encontrar también algo bueno, en medio de noticias que enferman el corazón. Hay que buscar otras “fotografías” que compensen tanto dramatismo y nos consientan respirar hondamente.
Acaba de empezar un nuevo curso. Los niños van entusiasmados a clase, cargados con mochilas tan llenas de libros que casi les impiden caminar. Sus caras reflejan la alegría de encontrarse nuevamente con sus amigos y compartir entre sí las aventuras del verano. Algunos han dado un estirón y muchos vuelven con la tez tostada por los días a la orilla del mar.
Propósitos buenos no faltan en el encuentro con los nuevos maestros y profesores ante quienes será obligado prometer trabajar con más ahínco durante los próximos meses. ¿Cumplirán esos propósitos? Dejémosles soñando su futuro. Seguro que, al meter la mano en ese cuévano de sorpresas, que será su mundo, encontrarán también fuerzas para sobrellevar los obstáculos con que habrán de bregar en su camino.C04
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