5 de Abril de 2020
En este domingo de Abril una enorme tristeza invade nuestras familias. Dos corazones han dejado de latir. Dos vidas a las que hemos querido mucho. Hoy, el mayor dolor que tenemos es que no hemos podido estar junto a ellas para abrazarlas en sus últimos momentos.
Dos mujeres entregadas a sus hijos incondicionalmente, a su familia. Y aunque los vínculos que nos unen son diferentes lo importante es el amor tan grande que sentimos por ellas. ¡Siempre permanecerán en nuestro recuerdo!
Nuestra sonriente y comprensiva Tía Pili, con su ojos brillantes que nos decían lo tierna y angelical que era. Nuestra pícara amiga, con su gracia particular «Pili madre», como así la llamábamos, que resaltaba su especial belleza por la tez blanca que tenía como la porcelana.
«La vida y su ritmo» han hecho de este domingo de Ramos, un día muy especial de primavera, que se llene de amor y a la vez de pena. Hoy, hemos encendido una vela para iluminar el camino de su regreso al hogar eterno de Dios.Queridas y amadas, descansad en paz. Familia C.30
15 de Enero 2006
Nos preguntamos por qué un día es diferente de otro, de uno de esos días normales que vamos almacenando durante la vida. ¿Qué hace falta para que ciertos días queden consagrados sólo el amor o la dicha, días que no podremos olvidar?
Siempre esperamos que suceda algo extraordinario, que nos lleve a resaltar esa fecha en nuestro calendario con un círculo rojo. Pero lo más grande que nos puede suceder es la misma vida, en la que vamos tejiendo los sentimientos, los anhelos, en la urdimbre de corazón. Sin embargo, nos esforzamos en conducirla, en hacerla trocitos, en sacarle partido. Pero no podemos con esa carga, porque nuestras fuerzas son muy reducidas, ya que la vida sigue su ritmo.
También la naturaleza va marcando su ritmo con la sucesión de las cuatro estaciones. Nadie podrá detener ese círculo que nos hace pasar de otoño a invierno, de primavera a verano.
No pretendamos ser dueños ni siquiera protagonistas de la vida. Hemos de conformarnos con ser algo así como inquilinos que viven bajo una continua amenaza de desahucio en cualquier momento: lo mismo en primavera como en otoño, tanto en verano como cuando llega el invierno. C.06
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