Un respiro en nuestras vidas paralizadas por «el coronavirus»

19 de marzo de 2020

Os escribo una reflexión muy especial que Lucía dedica a su abuela C.30 y a su abuelo, su «grandfather,» a los que ha tenido que dejar de visitar y de abrazar por el aislamiento total al que se han visto forzados a realizar.

Hoy, el día ha sido diferente. Sí, habéis oído bien, ha sido muy diferente. Hoy, me he levantado apoyando el pie derecho o el izquierdo, ya ni me acuerdo. Hoy, he decidido, aunque creo que sin meditarlo ni quererlo, que el día iba a ser distinto.Que el día me lo iba a comer yo y no al revés. Hoy, ni el tiempo ni el aburrimiento ni la ansiedad me iban a superar y ¿qué ha pasado? que así ha sido.Hoy ,el día me lo he dado para mí, absolutamente para mí.

Algunos os reiréis y diréis : Menuda colgada “el día para ella” aún no sabe qué llevamos más de una semana de cuarentena, encerrados y teniendo todo el tiempo para nosotros. Yo intentaré entender, aunque me cueste, a todos y a cada uno de vuestros pensamientos, de esos pensamientos que te hacen perder un poquito más la cabeza y os responderé: Este día es para mí.

Creo,y permitirme si me equivoco, al fin de cuentas sigo siendo yo y mis miles de errores, que somos seres moviéndonos de un lado a otro, a veces como pollos sin cabeza, con el teléfono en mano y …. sin pararnos un instante y respirar. Es triste que tengan que suceder situaciones algo «surrealistas» para que abramos un poquito más los ojos y ofrecer la mano, con guantes o sin ellos, para ayudar a la persona que tenemos al lado. También sé que muchos ya lo valoraban y no comprenden el por qué está sucediendo todo esto. En ocasiones la vida hace jugadas que nadie entiende para buscar ese equilibrio que a veces tanto destruimos.

Hoy, he querido que fuera diferente, mis ojos se han abierto de repente a las seis de la mañana y han tenido la oportunidad de ver cómo el cielo se iba cambiando de color, cómo la oscuridad de la noche , poco a poco, ha ido viendo la claridad del día. Han empezado los pájaros a cantar o tal vez haya empezado a escucharles de verdad y que ellos hayan estado ahí siempre.

Hoy, he querido que nada ni nadie interrumpiera esa armonía que en días como estos cuesta encontrar.Quiero por un instante desconectar de todos esos bombardeos de información. Quiero escucharme a mí misma … cosa que hace mucho que no hago. Hoy, he estado en la terraza ,sintiéndome muy afortunada, observando al mundo, respirando pausadamente y escuchando de fondo una melodía de silencio mezclada con el piar de los pájaros.Me quedo con eso…

Y me quedo con lo positivo que nos aportan estos días porque de no ser así quizás no vamos a ser capaces de lidiar con «este tornado» que tantas incertidumbres está causando a lo largo de su recorrido. Lucía nieta de C.30

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: