Reflexiones de mi Abuela

23 de mayo de 1999.

Cuando despertaste de aquel sueño en el que por algún tiempo fuiste sumido, encontraste a tu lado algo que te haría compañía durante toda tu existencia. Desde aquel día vas de camino con ella, riñes con ella y después la mimas y acaricias luchando para que nadie te la arrebate.

A veces es difícil vivirla. Es cuando te encuentras disparatadamente abandonado… por ella. Si miras al cielo, bendices a Dios por habértela concedido, porque todo lo que ves a tu alrededor te maravilla y te pertenece: el aire, las nubes, el sol, el mar, la noche. Todo es tuyo y lo puedes compartir gracias a ella.

Pero existe una enfermedad casi contagiosa, la infamia, que envenena, que estropea todo lo que conduce al amor y rompe la misma felicidad de quien la padece. Entonces es cuando necesitas darte cuenta de que el reloj va marcando el tiempo que te aleja de ella. No pienses nunca que te la dieron para destruirla. Igual que cuando se acercó a ti, La Vida habrá de abandonarte en otro sueño, para que olvides que una vez estuviste en sus brazos.C.99