30 de octubre de 1983.
Ama a Dios…
Amale como a tu padre, como a tu amigo. No tengas una fe que no se traduce en amor. Recuerda siempre que Dios no es un abstracto, la conclusión de un silogismo, sino alguien que te ama y a quien tienes que amar.
Le amarás como tú sabes: pobremente. Y te sentirás feliz de tener un solo corazón y de amar con el mismo a Dios, a tu hermano, a Bach, a tu perro…
Y al mismo tiempo que amas a Dios, huye de todos esos ídolos que nunca te amarán pero podrían llegar a dominarte: el poder, el confort , el dinero, el sentimentalismo, la violencia…
toda una completa interpretacion del evangelio. : amar a Dios y a tu projimo
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